Sin pretender afirmar, con Camus , a través de uno de sus
personajes del “malentendido”, que
ningún alma es completamente criminal y que hasta los peores asesinos tienen
momentos de compasión, me conmueve la
idea de imaginar que los violentos de todas las pelambres, de izquierda y derecha, lograrán anteponer el
supremo bien de la paz a sus mezquinos
intereses económicos o vindicativos.
(foto de Rafael Gómez Bedoya)
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