Portafolio

En este blog encontratás los portafolios de las organizaciones conformadas por ciudadanos activos y participativos que realizan su labor de gestores y actores culturales en la ciudad de Bogotá, Colombia.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Andar por la ciudad




Por: Darío Gómez

Un día me dio por explorar la posibilidad de crear un blog para consignar en él mis experiencias de peatón bogotano, y poder compartir con otros mi amor -indescifrable y complejo- por la ciudad. Así nació hace dos años “Con la pata al suelo”, un hijo que se crió a pesar de mi pesimismo inveterado y de mis conocimientos tecnológicos más bien escasos. Pero el amor lo puede todo y la persistencia, como se sabe, termina logrando su objetivo. ¡Y ahí tá!

Quizá la mejor presentación de este gestor cultural en ciernes, sea una invitación a visitar el blog www.lapataalsuelo.blogspot.com

A continuación transcribo la primera entrada del blog en cuestión, que, de alguna manera, resume el objetivo de mi emprendimiento cultural en el sentido de contribuir a formar ciudadanos que conozcan, reconozcan y quieran  a su ciudad.

GUÍA ZURDA DE BOGOTÁ

Bogotá no es sólo una ciudad. Es una ciudad múltiple como la inflorescencia de una espiga de trigo. En efecto, contiene ciudades sutiles, escondidas, continuas e invisibles como las descritas maravillosamente por Italo Calvino. También las hay políticamente correctas, incorrectas, aburridas, tristes, encantadoras, insulsas y sórdidas. Pero al igual que la mujer del alma, la ciudad de nuestros afectos ha de ser amada integralmente: sin beneficio de inventario. Es decir, con lo bueno y con lo malo que, al final, siempre tiene algo positivo. No puedo, en consecuencia, dejar de nombrar los lugares sórdidos o escondidos de mi ciudad que me han producido estremecimientos. Por tal razón es zurda esta guía que les presento. Pero también lo es por mi tendencia natural a servirme preferentemente de la mano izquierda según reza el diccionario. Y sigo siendo zurdo a pesar de mi maestra de primer grado en el Colegio Calasanz, que me golpeaba con una regla en la mano izquierda para arrancarme de raíz (seguramente con la mejor intención) mi proclividad a lo siniestro. Y ya que estoy haciendo confesiones, debo admitir que a punta de reglazos aprendí a escribir con la mano derecha. Pero una vez libre de la represión de mi profesora, y por rebeldía, jamás volví a utilizar la diestra. Aparte de mi horrorosa caligrafía creo no tener otras deformaciones en el carácter atribuibles a la férula de la señorita Rodríguez. Sin embargo, así es como en ocasiones el destino de un sujeto queda decidido.

Pero volvamos a lo importante. Esta atrevida guía zurda de Bogotá, decía, no hará referencia a la ciudad editada sin mugre en las melifluas guías de turismo, sino a la ciudad visceral, más humana, que subyace bajo la piel desgarrada del altiplano. Que no se llame a engaño el lector que esperaba encontrar referencias al centro comercial lujoso, a la zona rosa, al Country Club, en fin, a lo previsible y aburrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario