Cada ciudadano es un agente cultural’: Doris Sommer
Inspirada en experiencias previas vividas en distintas visitas a Latinoamérica y en modelos culturales que van desde Augusto Boal y Paulo Freire hasta Cicerón, la profesora de la Universidad de Harvard Doris Sommer pone en tela de juicio la visión de lo que el arte y la cultura deben aportar a la civilidad. Por lo menos de la función que le dan buena parte de sus colegas.
La profesora de literatura y lenguas romances, y directiva de la iniciativa Cultural Agents (en Harvard) se cansó de ver al arte como algo que no va más allá del arte mismo y empezó a buscarle finalidades sociales.
Entonces se dejó impregnar por jóvenes de Perú para entender cómo era posible que los chicos se enamoraran de la lectura. También aprendió la lección que le dieron mujeres en el Caribe, al ver cómo las lectoras presentaban textos a quienes doblaban las hojas de tabaco en las tabacaleras. Además, cómo en Brasil los poetas populares del suroeste cuelgan sus poemas en las cuerdas, a la vista de quién pase.
Así creó el taller ‘Pre-textos’, el cual dicta por estos días en Bogotá, dentro de una invitación de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte con el apoyo de la Universidad Nacional, la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la Biblioteca Luis Ángel Arango y el Instituto Caro y Cuervo.
En el taller utiliza obras de la literatura clásica para generar preguntas y respuestas de los participantes, que llegan de distintas localidades bogotanas y que no se convertirán -valga la aclaración- en gestores culturales, sino que explorarán sus posibilidades de ser agentes culturales que potencien las posibilidades sociales, algo que, para Sommer, todo ciudadano debería ser.
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